15 de mayo de 2007

El desánimo cundió en Juan Trepador....

cuando, para su sorpresa, vio como aquellos que con tanta astucia había expulsado por ser infieles a su mandato, ahora se unían en una nueva candidatura a su trono y competían con él para ganar el beneplácito de sus súbditos.
¿Cómo habían dejado sus gerifaltes que estos desleales a él se presentaran?
¿Cómo conseguían unirse tras la dura represión que su trovador más fiel había divulgado?

Juan Trepador no salía de su asombro, pero aún así, luchaba desde su humillante táctica tratando de desacreditar a sus oponentes. Conseguir de nuevo la confianza de un pueblo, que hacía mucho tiempo la había perdido para con su señor, era su gran objetivo.

El desaliento también apareció en sus fieles ayudantes y algunos trataron de enfrentarse a su señor, pero éste leal con su modo de persuasión, logró acallar las críticas de sus más allegados y los llevó de nuevo, con su astucia, al redil del que nunca debieron salir.