24 de febrero de 2006

Y el hacendado los interrogaba personalmente....

llamándoles a su presencia en el mismo momento en que disponía de los medios oportunos.

Investigaba la falsa habladuría, según él, hacía su persona y su forma de dirigir su circunscripción y amenazaba al infortunado lacayo con desterrarlo de su feudo.

Estos lacayos que eran preguntados por su amo, se sentían esclavos de áquel y sus libertades restringidas por ese mismo, que un día, se autoproclamó el salvador de su pueblo y absolutista de los que lo aclamaban y de los que lo rechazaban.