11 de marzo de 2006

Y la hacienda iba degradándose....

sin que sus administradores máximos se dieran cuenta, aún a pesar de que sus súbditos se lo hicieran ver a través de sus quejas.

Juan Trepador y sus adjuntos pensaban que al pueblo se le engañaba mediante fiestas que eran costeadas a base de los impuestos, cada vez más altos, que Juan se encargaba de aumentar, sin apenas darse cuenta sus sufridos lacayos.

La oposición a su dictatorial forma de administrar su posesión era tan irrelevante, que prácticamente "brillaba por su ausencia".

4 de marzo de 2006

Y su lugarteniente iba armándose de poder....

y se sentía reconfortada por ello. Asesoraba a su señor en casi todo, estaba a su lado a cada momento aconsejándole y adulándole.

Necesitaba más poder y si para ello tenía que rendirse a los pies de su gerifalte, estaba dispuesta a ello. Ella necesitaba sentirse la patrona del territorio conseguido, a la vez que deseaba que los lacayos le obsequiasen sus oídos de placenteras palabras acerca de la forma de liderar, junto a su señor, la administración ganada con mucho esfuerzo personal.